
Beber para adelgazar
26 junio, 2019
10 razones para acudir a un nutricionista
7 agosto, 2019La sensación de hambre. Para entender cómo funciona la sensación del hambre nos podemos remontar a la prehistoria cuando la comida era prioritaria para nuestra supervivencia. Era comer o morir. Actualmente, esto en la mayoría de los casos, afortunadamente, no pasa. Nuestros antepasados que sobrevivían eran los que mejor metabolizaban los alimentos y mejor los almacenaban. Esa es la razón por la que nuestro cuerpo aguanta muy bien un resultado calórico positivo. No hay problema por ingerir más de lo necesario, pero al contrario nos genera desasosiego.
Actualmente el hambre lo sufren un 10% de la población mundial principalmente localizados en África y Asia. Para el resto de la población el acceso a comida es viable y hay disponibilidad de alimentos. Si son 700 millones los que sufren de hambre aun en la actualidad esta cifra contrasta y se ve superada por las personas que sufren de obesidad. Ya que se estima que aproximadamente 1.000 millones tienen sobre peso, y 300 tienen obesidad ósea: 1.300 millones tienen un peso por encima de lo aconsejable.
La industria de la dietética gasta unos 20.000 millones de euros al año solo en Estados Unidos cifra que sería más que suficiente para eliminar el hambre en el mundo en ese mismo periodo. Países como China han visto como se ha duplicado en solo 20 años el número de obesos.
El avance de la civilización nos brindó la facilidad para el almacenamiento de la comida. Se generaron distintas formas de cocinar que no necesitan casi masticación. Se crearon comidas solo orientadas al placer instantáneo. Actualmente comer por necesidad se confunde con comer por placer. La industria produce alimentos con mucho sabor: Con alto grado de calorías muy palatables, estudiados para que la ingesta de esos alimentos sea muy placentera. Refrescos, pasteles, helados, hamburguesas muy condimentados, con sabor intenso, placer inmediato, mezcla de grasa y azucares simples.
Estos alimentos no causan saciedad, reducen el hambre de forma rápida pero solo de forma momentánea. Y generan cierta adición. Alimentos fáciles de comer. que producen saciedad a medio plazo. Además algunos son bebibles que aun hacen más rápida su ingestión.
A menudo tenemos sensación de hambre debido a que ingerimos alimentos con calorías vacías. No te des caprichos extra en los que el azúcar es la protagonista porque estarás tomando bastantes calorías vacías durante el día. Los aperitivos dulces, hasta si se toman en pequeñas cantidades, solo acaban excitando nuestro apetito sin darle al cuerpo alimentos saludables y nutritivos. La clave está en intentar reducir el número de carbohidratos rápidos y de azúcares. Debemos apostar por tomar alimentos más saludables.
No todas las grasas de los alimentos son iguales. Por ejemplo, la comida rápida, los fritos, los alimentos grasos, los ahumados y la harina tienen grasas poco saludables. Estas grasas saturadas sí te harán engordar. Sin embargo, las grasas saludables sí deben estar presentes en tu dieta.Este tipo de grasas se encuentran en el aceite de oliva, salmón, nueces y frutos secos, aguacate, semillas de girasol.
No dormir bien hará que te despiertes y que tengas necesidad de comer. En cambio, esto no ocurrirá si duermes de manera profunda durante 7 u 8 horas.Durante la noche el cuerpo produce una hormona denominada melatonina. Esta es la que se encarga del correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.
El alcohol engorda y además estimula el apetito. No tomes alcohol o hazlo de manera moderada para evitar una sensación de hambre continua. Por otro lado, si sales con amigos opta por comidas ligeras y aperitivos saludables. Notarás la diferencia.
Es fundamental que, para evitar comer de más incluyas proteínas en tu dieta. Puede ser carne, pescado, huevos, legumbres, frutos secos, aguacate, semillas, etc. Y es que, además de proporcionarte energía, te generarán una sensación de saciedad. No obstante, toma verduras y frutas, además de proteínas.
Por último, come despacio. Comer despacio es fundamental para poder sentirnos saciados en su justo momento. Y es que comer rápido hace que nuestro cuerpo no tenga tiempo de asimilar nada y que después acabe pidiendo más comida. Un buen modo de conseguir esto es masticar mucho más despacio y partir la comida en trozos pequeños. El cerebro necesita un tiempo determinado hasta que le llega la señal de que ya está saciado así que debes dejar ese tiempo que pase. Si comes muy rápido en menos tiempo habrás ingerido más calorías.Además, muchas de ellas quizás ni siquiera las necesitabas. No obstante, a tu cerebro todavía no le había llegado el mensaje de saciedad que tenía que recibir y que tu cuerpo le manda.
En el caso de que seas una de esas personas que siempre tiene sensación de hambre, debes acudir a un especialista en nutrición que te ayude y te realice un asesoramiento personalizado enfocado a conseguir y facilitar los objetivos nutricionales de cada paciente. En Valencia Dietas somos especialista en dietas y nutrición. Alcanzarás el objetivo con unas pautas sencillas y eficaces, y con resultados a corto plazo. Llámanos y consúltanos sin compromiso.

